25 junio, 2016
La superpoblación sigue siendo el mayor problema

Evitar la superpoblación carcelaria y lograr una prisión más ligada a la capacitación y no a un lugar de encierro, son algunos de los objetivos que la Defensoría General de la Nación busca alcanzar mediante el lanzamiento -de forma conjunta con la Procuración Penitenciaria de la Nación- de la campaña Reglas Mandela.

Las Reglas Mandela son normas para el tratamiento de los reclusos, adoptadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1955, que tuvieron su última reforma el pasado 17 de diciembre de 2015, por la Asamblea General de la ONU.

De visita por Misiones, y en diálogo con El Territorio, la defensora general, Stella Maris Martínez, indicó que “en Argentina aún el mayor problema es la superpoblación, hay cárceles muy alejadas del lugar de residencia del preso y faltante de capacitación para aquellos que están al frente de una dependencia”. No obstante, abogó por que “con un esfuerzo importante, puede lograr revertir esto y convertir sus cárceles en lugares de educación, crecimiento orientado a la reinserción social”. 

Consultada por la situación de las unidades carcelarias en Misiones, Martínez explicó que uno de los mayores inconvenientes es la superpoblación por la escasez de dependencias.

“En la Unidad 17, de Candelaria, pasa eso. Hay mucha población carcelaria e incluso vienen derivados desde otros lados entonces los defensores federales de la región se ven sobresaturados de trabajo”.

Asimismo, puntualizó en que “hay lugares del país donde no hay cárceles y la gente es alojada en Gendarmería o Prefectura, pero sin juzgarlos, ellos son fuerzas de seguridad, no están preparados para trabajo de formación, solo los guardan. En el sistema penitenciario también es alto el número de gente que se dedica a la seguridad y menos en capacitación. Todo esto hay que trabajar y cambiar”.

Por eso, la funcionaria insistió en que de ser aplicadas plenamente las reglas tal como las modificó la ONU, podrían contribuir a cambiar lo que hasta ahora ha sido el sistema carcelario y su política de sujeción y castigo, para transformarse en una oportunidad de desarrollo personal que traiga a su vez beneficios para la sociedad en su conjunto.

Fuente: http://www.elterritorio.com.ar/nota4.aspx?c=1426856802488110